Sean Yseult

Tras una buena temporadita sin pasarme por aquí, es hora de darle duro de nuevo a nuestras Criaturas Salvajes, de hecho me quedé a mitad de artículo en una semana de mayo en la que os proponíamos nuestra sección de ‘CRIATURAS CLÁSICAS’ en donde mi camarada y fiel amigo, Bernardo de Andrés, proponía a SUZE DEMARCHI y su banda de culto, BABY ANIMALS.

Pero antes de desgranar a la grandísima CxS que tenéis en el titular, os aviso de que Mr. B también volvió al ruedo ‘Salvaje’ la semana pasada con la emergente neoyorkina ZOE KO y su efervescente Pop Alternativo & Pop Rock. A tomar riesgos en esta website no le gana nadie a mi compañero.

Y bien, ahora sí, llegó el momento de traerme a una de las bajistas más icónicas y carismáticas de los 90’s. Llegó el momento de volver a abrir las puertas del circo 90’s demoníaco y esquizoide que nuestra protagonista, SEAN YSEULT, junto a su por aquel entonces compañero y pareja, Rob Zombie, se inventaron como si de una pesadilla de la Universal se tratase…

Sean Yseult, nacida en Carolina del Norte como Shauna Reynolds e hija de Michael S. Reynolds, prestigioso biógrafo del mismísimo Ernest Hemingway, siempre demostró desde bien pequeña actitudes y aptitudes relacionadas con todo tipo de manifestación artística.

Estudió en la Escuela de Arte de Carolina del Norte para ampliar estudios en New York City, en concreto en la prestigiosa Parsons, The New School For Design, en donde surge la chispa en la cafetería con un tal Robert Cummings que muy pronto pasaría a llamarse… Rob Zombie.

La conexión cultural (y sentimental) entre los dos funciona desde el primer momento y empiezan a construir un proyecto complejo y retorcido a mitad de los 80’s, lleno de referencias al cine clásico de terror de la Universal, los cómics, la serie ‘B’, el Sci-Fi, Russ Meyer, el cine ‘Gore’, etc,… No en vano, el nombre que pondrían a su proyecto, White Zombie, viene precisamente de la peli del mismo nombre estrenada en 1932 y con Bela Lugosi como protagonista.

Yseult venía de tocar la farfisa en la banda Life, un proyecto anterior y sin demasiada proyección, para pasar en 1985 a las cuatro cuerdas con determinación y convertirse, como bien dije al principio de este post, en una de las bajistas más carismáticas y mejor consideradas de los 90’s junto a Kim Deal (Pixies, The Breeders), Kim Gordon (Sonic Youth), D’arcy Wretzky (Smashing Pumpkins), Melissa Auf Der Maur (S.Pumpkins, Hole) y Jennifer Finch (L7).

Los comienzos de White Zombie son ‘Underground’ del más auténtico, su sonido era ultra cavernoso, sonido maquetero ‘do it yourself’ en donde lo más importante era generar ruido y escupir rabia juvenil sin importar en absoluto la melodía y los estribillos, el poder del riff y la obsesión Garage Noise fueron su hoja de ruta con dos EP’s como Gods On Voodoo Moon (1985) y Pig Heaven (1986) que son muy duros de escuchar por ese sonido cavernícola y la misma cadencia en fraseos del siempre caprichoso Rob Zombie.

En 1987 editan Soulcrusher, su primer disco, y nada parece cambiar, Zombie estaba todavía muy verde y, a pesar de que el sonido mejora, la composición sigue todavía muy lejos de ser brillante y catchy.

Su segundo álbum, Make Them Die Slowly (1989), sin ser ninguna maravilla, ya suena en condiciones conteniendo incluso temas con cierta redondez. Llamaron la atención de mi intocable Iggy Pop y de un rubito depresivo llamado Kurt Cobain que mostró en su debut con Nirvana, Bleach (1989) ciertos guiños a este disco.

Ahí están temas como «Disaster Blaster» o «Demonspeed» en donde el Thrash ‘a la Slayer’, el Hard Rock y el Noise se entremezclan con todo tipo de temáticas ‘Horror’…

En una gran urbe como Nueva York todo puede pasar y una banda como WZ, con el culo pelado de tocar allá donde se les requería, fue haciendo contactos y amistades, ganando experiencia y capacidad compositiva en la efervescente escena alternativa/crossover de finales de los 80’s y principios de los 90’s. Llega lo mejor…

No es mi intención hacer una disección de los dos mejores discos de Yseult y Rob con WZ, pero sí comenzaré diciendo que marcaron una época y una generación evadiéndonos de la realidad en su particular e intransferible submundo esquizoide, depravado y retorcido.

Todavía recuerdo ir a comprar ‘de importación’ La Sexorcisto. Devil Music Vol. 1 (1992) a una mítica tienda del centro de Valencia y sentir que tenía entre mis manos algo muy, muy especial y así lo corroboré cuando llegué a casa, me encerré en mi habitación y bajé la persiana para disfrutar con todos los sentidos de semejante experiencia sonora. Ya no se escucha música así…

Un disco estructurado con canciones ‘normales’ y cortes e ‘intros’ entre medias con todo tipo de samplers extraños, pero muy creativos, que redondeaban un tracklist a la altura ya de su leyenda.

De esto tuvo muuucho que ver también el cambio de guitarrista, pues John Ricci tuvo que abandonar la banda tras publicar Make Them… siendo reemplazado por un por aquel entonces desconocido J Yuenger que para La Sexorcisto… consagró su estilo Groove Metal mixturándose con el Industrial y el Hard Metal dejando atrás el Noise Garage Punk.

Aquí tenéis temazos que marcaron una época como «Welcome To Planet Motherfucker», «Thunder Kiss ’65» y «Black Sunshine» con la icónica y potentísima intro de bajo de nuestra protagonista junto al spoken word de la mismísima Iguana…

El disco fue un éxito con mayúsculas y la MTV de la época, en concreto el espacio ‘Headbanger’s Ball’ de Vanessa Warwyck, no paraba de pinchar sus icónicos clips. El Metal Alternativo ya tenía sus tres espadas absolutas, Sepultura, Pantera y White Zombie y no pararon de tocar ininterrumpídamente durante dos años que dinamitaron definitivamente la relación creativa y sentimental de Sean y Rob. Y es que el ‘ego’ de este último alcanzó cotas muy insoportables para sus leales compañeros..

Compositora, arreglista, excelente bajista, diseñadora ‘underground’, artista e irresistiblemente kitsch son unos cuantos de los atributos que la mayoría de fans de Rob Zombie no supieron apreciar en su justa medida cuando siempre apuntaron a Rob como genio creativo y visual de la banda. Qué equivocados estaban.

Para su siguiente Obra Maestra, la capacidad creativa y compositiva (de Sean y de ‘J’) no se resiente cuanto apenas, sí, La Sexorcisto… es un disco más crudo, directo e ‘in your face’, pero Astro Creep: 2000 (1995) es otra criatura, más perversa, más implacable y sutil en atmósferas y, por qué no decirlo más cachonda y bailable facturando un Groove Metal Industrial con toques electrónicos jodidamente irresistible con pepinazos ultra catchys como «Super Charguer Heaven» o su single más celebrado, el inmortal «More Human Than Human»…

Obviamente coparon los mejores festivales de mitad de los 90’s y lo volvieron a petar en aquella maravillosa y todavía creíble MTV. Headbanger’s Ball volvía a ser el programa que no te podías perder ya que Yseult, Rob, ‘J’ y el recién incorporado John Tempesta seguían invadiendo de fantasía Horror y Shock Rock el mejor programa de Rock de todos los tiempos.

Pero si la banda ya estaba desgastada y rota, la fama y el estatus de Astro Creep: 2000 acabó por dinamitar White Zombie definitivamente. Yseult no tarda en juguetear en 1994 (desde antes de la separación de WZ) con el proyecto Famous Monsters…

… editando un EP, In The Night! (1998) y un directo, Around The World In 80 Bikinis (1999) ambos en clave garage punk de estética Kitsch, muy cercana al imaginario de The Cramps que les permite la oportunidad de abrir para ellos en la gira japonesa de por aquel entonces.

El proyecto no dejó de ser un mero entretenimiento, sin ninguna intención de perdurar en el tiempo, se juntaban para componer (en alguna ocasión con algún ilustre como Rick Nielsen de Cheap Trick) y disfrutar encima de un escenario.

Este diseño de bajo en forma de ataud destapa su faceta como artista y diseñadora industrial y de interiores. Tras dejar pasar la vorágine ‘zombie’, Yseult conoce a un tal Rick Slave (Man Scouts of America) en N.Y. a finales de los 90’s y el ‘feelin’ se produce de inmediato, de hecho, Sean decide mudarse con su nuevo amigo a su Nueva Orleans natal (la de Rick) para formar allí un interesante proyecto, Rock City Morgue…

 

Pero antes de hablaros un poquito de los RCM, un dato ‘rosa’, Yseult formaliza su relación con un tipo al que adoro, Chris Lee (reconocido sobrino del ‘Pequeño Dragón’), de mis intocables Supagroup. La bajista se instala definitivamente en New Orleans..

Volviendo a los Rock City Morgue, la banda contó con un E.P. de debut en 2003, Some Ghouls, que tenía una cachonda portada ‘Horror’ parodiando el «Some Girls» de los Stones, al estilo R.C.M, más otro EP, The Cat’s Meow (2008).

En larga duración 2 LP’s, Dead Man’s Song (2005) y The Boy Who Cried Werewolf (2008) que dejan de lado el sonido ‘horror punk’ y garagero de su E.P. debut para adentrarse en algo mucho más trabajado en estructuras y en donde el sonido cambia sustancialmente con Sean dejando el bajo casi por completo y pasándose al piano.

La banda muta, se deja querer por la oscuridad más ‘vintage’ convirtiéndose en una mezcla de ‘horror rock’ (así lo calificaron ellos) y tonadas de ‘crooner’ con melodías góticas, incluso ‘new wave’.

La actividad de la bajista es imparable, en paralelo a su actividad con la banda sigue creando sus características pinturas, diseñando logos, libretos y portadas de álbumes, así como colaborando y realizando aportaciones a muchos artistas como The Cramps, She Wolf, Supagroup, Reverend Horton Heat y muchos otros, quizás menos conocidos pero no por ello menos importantes.

Momento de ilustraros con el último proyecto de la Yseult en la década pasada, Star & Dagger…

¿Y qué es lo que tenemos entre manos?, bueno, pues la perfecta asociación musical de tres artistas rockeras como la copa de un pino, caso de la guitarrista Dava She Wolf (Cycle Slut From Hell), la vocalista Marcy Von Hesseling y Sean Yseault al bajo dándolo todo de sí mismas en un disco debut, Tomorrowsland Blues (2013), que sorprendió a propios y extraños.

El álbum en sí podríamos decir que fue, como decirlo, como el proyecto stoner/desert blues de Sean con riffs monolíticos y reptantes y un timbre de voz el de Marcy claramente cercano a Glenn Danzig. Olor a duna y lisérgia ‘stoner’ hay en «Selling My Things» recordando claramente al ‘Evil Elvis’, atronadora «In My Blood» y la más relajadita y bluesera «Tomorrowland Blues» marca de la casa ‘Rancho de la Luna’ (el disco se grabó allí).

También hay riffs metálicos, incluso recuerdan esos giros distorsionados típicos de las guitarras de White Zombie en la ya citada «In My Blood», la metalera y trepidante «End of Days» con Danzig saliéndosele de la garganta a Von Hesseling y «Freak Train» de vacilón ritmillo y sensual línea vocal de Marcy Von.

Mi tema favorito del álbum, «Your Mama Was a Grifter», es un temazo como la copa de un pino, tarareable, pegadizo hasta decir basta, irresistible con ese ‘dirty blues’ tan bien llevado a la voz por Von Hesseling y a los coros por los sucios fraseos de Sean Yseault.

Y bueno, hasta aquí llegó musicalmente la carrera de Sean Yseult en términos de repercusión y creatividad al máximo nivel con todos sus proyectos. Un ejemplo de compromiso, carisma y talento que en estos últimos tiempos se ha volcado definitivamente en el mundo del diseño industrial y de interiores.

Acabaré este mega post con un recorrido express en formato ‘BOLA EXTRA’ de la carrera de nuestra excelsa protagonista. ENJOY MONSTERS!!!…

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