Devil Electric

Tras el ‘ESPECIAL CUPIDO: DIABÓLICAS DIMENSIONES’ que os ofrendamos el pasado lunes (en oscura ‘Misa Negra’) mi colega Bernardo y un servidor, con lo mejor y más granado de la escena femenina más densa, vintage y cercana a Baphomet, tan sólo deseamos que haya sido de vuestro agrado y que hayáis podido descrubrir a alguna CxS que no dió tiempo a plantear extensamente el año pasado.

Y bien, como si de una extraña conexión y concatenación de siniestras casualidades se tratase, hoy me voy a centrar precisamente en la última banda del especial de hace cuatro días, en concreto los australianos DEVIL ELECTRIC y su CxS, PIERINA O’BRIEN, pues sacaron a finales de año nuevo disco y no pudo ser ‘bendecido’ por estos lares como bien manda la Cábala. Bajemos entonces tenuemente la luz y oscurezcamos progresivamente la website porque os voy a proponer un viaje a las tinieblas tan maligno como sugerente, tan subyugante como placentero…

Este viaje tiene su génesis iniciática en 2015 en Australia, de hecho, creo sinceramente que la banda encontró una escondida puerta hacia el Averno desde el mismísimo corazón de Melbourne. Ha llegado la hora de las brujas, en estos momentos las 03:00 AM, para que conozcáis una vez más al maligno a través de la piel de Pierina O’Brien y sus devotos invocadores. Poca información existe sobre el cuarteto formado a mediados de la pasada década por la vestal Pierina O’Brien (vocals), Christos Athanasias (guitar), Tom Hulse (bass, vocals) y Mark Van De Beek (drums) más allá de conocerse como músicos de sesión de otras bandas y artistas, de su comunión con el maligno pero también con el blues y la música más Ocult Rock de los 70’s con Black Sabbath a la cabeza. El ‘pentagrama’ no tardó en cerrarse…

El cuarteto no ha tenido ninguna prisa en forjarse y compactarse en las calderas de los infiernos más sugestivos hasta que en 2016 lanzan su primer E.P., The Gods Bellow, en donde ya se demuestra perfectamente la simbiosis de estilos doom, blues y stoner al más alto nivel con el para mí elemento definitivo para que una banda de las características de Devil Electric subyugue nuestras mentes, LA VOZ. Y es que el timbre melódico y sensual de la O’Brien hacen que una música, a priori opaca y densa, sea asequible y tenga un gancho Pop realmente espectacular como demuestran ya temas tales como “The Dove & The Serpent” o “Holy Ghost” en donde Pierina se luce con sus fraseos a medio camino entre Virginia Monti (Psychedelic Witchcraft), Johanna Sadonis (Lucifer) y Elin Larsson (Blues Pills), es decir, entre seductores cánticos al maligno y sugestivas tonadas bañadas en alucinógenas sustancias y sangre…

La banda se da cuenta de su potencial y de su poder de captación y capacidad de sometimiento y no tardó en componer un L.P., su homónimo Devil Electric (2017), que les ubicó en los primeros puestos de la movida ‘Occult Rock’ ya que era un album de inquietante portada, sonoridad poderosísima, más corto y venenosamente pegadizo que su E.P. debut, que atufa a infierno rebosante de diablesas malísimas. La gran baza para que su cancionero Doom no se nos hiciese lineal y más cenizo incluso venía dada, como os decía, por esa voz tan afinada y melodiosa de la O’Brien y al sustento bluesy, de hecho se nota que las canciones tienen un alma Delta Blues clarísima al que se las viste de fuzz y riffs pesados. A destacar “Hypnotica” y “Lilith” pero todo el tracklist brillaba con ‘oscuridad’ propia.

Tres años después, en pleno 2020 e inmersos ya en pandemia, la banda comenzó nuevas incursiones en el ardiente reino del Diablo sacando su pecador fruto lanzando certeros singles que son un verdadero aviso de que la banda no se había aletargado en absoluto y que no había desaprovechado el tiempo de ‘parón mundial’. De hecho la banda compuso GODLESS (2021), su segundo disco, en aquellos días de ‘encierro mundial’.

Los ‘Impíos’ 8 nuevos Mandamientos de los australianos pasan por estar varios escalones por encima de su anterior ‘Credo’ de debut. La fétida presencia de Black Sabbath/Coven sigue estando ahí, la guitarra, el bajo y la batería son un jodido muro por momentos, Belcebú les ha enseñado bien la lección para sentirnos aplastados por rituales malignos como el inicial “I Am” o “Godless” jugando con diferentes estilos y tempos que aportan dinamismo y variedad en el lóbrego trayecto. La banda ha cuidado más que nunca su trabajo en melodías y estribillos y eso se hace notar en todo el trabajo, sobre todo en cortes como “All My Friends Move Like The Night” o “Mindset” en donde el más venenoso y demoníaco Pop se mueve como pez en el agua en el maligno caldero. Mi tema favorito por el momento es “Your Guess Is As Good As Mine” con ese inicio de sitares tan exótico, melodía y estribillo hipnotizantes y muy buenos cambios de ritmos. No se le queda a la zaga el rítmico “Take The Edge Off”. Cerrando la sinuosa senda hacia la luz se despliega “The Cave”, quizás el corte más Delta Blues de todo el álbum, con un inicio susurrante de Pierina, muy Evanescence, para expandirse y emborracharse de Fuzz Pop ralentizado y pecado en lo más profundo de la prehistórica ‘Caverna’. Has llegado, hemos llegado… No será fácil volver sobre tus pasos…

Repito y remarco, el papel de Pierina es determinante, crucial, parece que no estás escuchando a una banda Doom al uso porque entras en su mundo en un suspiro y no te cansas, quieres más, quieres convertirte en su esclavo y obedecer y obedecer y obedecer…

‘BOLA EXTRA’ ¡VEN A MÍ!…

 

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