Halestorm

Se acerca Halloween y poco a poco vamos acercando posiciones y discriminando posibilidades, hay más opciones que nunca y hay que ofrecer lo mejor de nuestras Criaturas Salvajes más terroríficas y oscuras. Al tiempo. Antes de colocar las telas de araña y dar oscura forma a las calabazas nosotros seguimos a los nuestro, el pasado lunes mi pluma musical favorita, Bernardo de Andrés, dio cancha al Hard Rock y el Rock Alternativo S.XXI con la inglesa CAROLINE KENYON y sus BASTETTE con esa marcada influencia de bandas clave en el estilo como Halestorm o The Pretty Reckless. Una apuesta asegura para comprobar la buena forma que tiene el Hard en el nuevo milenio.

Y bien, si normalmente solemos contrastar estilos y propuestas para refrescar y cubrir el amplio abanico de posibilidades de esta web, en este caso he preferido ser continuista, y más porque os traigo a una de las ‘madres del cordero de este sonido’ e influencia principal de los citados Bastette, una banda completamente consagrada y que rescato por necesidad ya que sacaron su disco post-pandemia antes de verano y no había tenido ocasión de darle salida. Vuelven hoy con nosotros los HALESTORM y su enorme y rotunda líder, ¡¡¡LZZY HALE!!!…

Qué se puede decir de nuestra protagonista que no sepáis ya…, en fin, una niña precoz y de altísimas capacidades musicales al igual que su inseparable hermano Arejay pues con tan sólo cinco años ya cursaba sus estudios de piano en Red Lion, Pensilvania, para pasarse años después a los teclados (su hermano ya se centró en labores percusivas) y acabar su formación ‘inicial’ a los 16 aprendiendo el arte de las seis cuerdas. Fue en 1998 y con la ayuda de su propio padre al bajo que empezaron a componer y tocar sus primeros temas en directo bajo el nombre ya de Halestorm además de lanzar de forma underground sus primeros E.P.’s que curtieron a la banda hasta la llegada de su primer disco en toda regla en 2009 con su solidísimo Halestorm que ya sorprendió a propios y extraños gracias a la increíble personalidad y carisma de LZZY además de la solidez y las tablas de sus músicos integrantes, pues se unen a la disciplina ‘tormentosa’ Josh Smith al bajo y Joe Hottinger a las seis cuerdas. Formación que, aún a día de hoy, se mantiene con buen salud, respeto y la más absoluta camaradería más allá de las típicas peleas de hermanos.

Con las influencias y referentes correctos y perfectamente asimilados, LZZY siempre ha desprendido en sus composiciones su amor eterno por Joan Jett, Pat Benatar, Ann & Nanncy Wilson (Heart) y otras damas de los 70’s, así como por el hard rock, el metal y el post-grunge de los 90’s. Declarados fans de los Guns, Withesnake, Soundgarden, Metallica, pero también de Alter Bridge, Marilyn Manson, Black Stone Cherry (Lzzy llegó a ser su corista varios años), también la Hale ha mostrado siempre su ramalazo Pop teniendo a Lady Ga Ga, a P!nk y a Daft Punk en un pedestal. Había llegado el momento de asaltar listas estando tan sobrados de talento y su segundo disco, The Strange Case Of… (2012), es el que pega el pelotazo mainstream con guitarrazos brutales y composiciones de hard rock S. XXI y Metal Alternativo tales como su exitoso «Love Bites (So Do I)» que les hace ser nominados a los Grammys ganando con solvencia en la categoría de ‘Mejor Interpretación de Hard Rock’… ¡Y no me extraña!…

El subidón en popularidad se dispara y la banda comparte cartel con los grandes tanto en giras con primeros espadas, festivales o las suyas propias dando la friolera de más 250 conciertos al año sin perder ni un ápice de su intensidad y pegada encima de un escenario. Lo que queda claro es que han mamado la profesionalidad y el compromiso desde pequeños y, a pesar del tirón comercial y los infinitos compromisos, LZZY HALE y los suyos no pierden el norte, ni se pierden en ningún momento en las tentaciones típicas del rock’n’roll publicando tres años después el disco de la polémica, Into The Wild Life (2015), aunque en realidad yo lo llamaría su disco evolutivo y más arriesgado en donde la banda, quizás influenciada por el mundo en el que se comenzaban a mover, experimentan con el pop y con las bases electrónicas rebajando espacio a las guitarras y la potencia hardrockera. A pesar de ello, los venazos crudos siguen haciendo acto de presencia como en «Mayhem»…

La banda se sabe sobreponer a las críticas (que no a las ventas pues incluso superaron su disco debut) con demostración de poder sobre los escenarios de todo el mundo, porque la banda ya exporta su producto con una determinación y una seguridad apabullantes. Tres años después arriba Vicious (2018), una nueva vuelta de tuerca con marcado cambio de look en donde las programaciones y los experimentos industriales se reducen considerablemente. Las guitarras volvieron a muscularse siendo su disco más pesado y oscuro tanto en instrumentación como en letras, acercándose más que nunca a los parámetros de Alter Bridge y Black Stone Cherry en canciones sólidas y pegadizas, con contrastes muy marcados entre sus acostumbradas tormentas decibélicas y las baladas/medios tiempos más melosos.

Como a todos, la pandemia les afectó duramente, todo se paró, el engranaje se detuvo, las giras se cancelaron, etc,… pero en concreto a nuestra protagonista le afectó más acusadamente, tuvo una ‘crisis de identidad’, como ella bien se encarga de confesarlo en entrevistas, porque sólo se conocía a sí misma como la estrella del Rock’N’Roll que es y el confinamiento y las restricciones le generaron un vacío que pudo ir superando con la escritura de letras más personales y composición del disco que hoy nos ocupa. La Lzzy Hale casera, vulnerable y de andar en pijama por casa empezaba ‘a hacer migas’ con la Lzzy Rockstar y empoderada. Ambas acabaron reencontrándose y aceptándose… La Hale había ‘vuelto de la muerte’… 

Y aquí nos encontramos de nuevo, cuatro años después de Vicious (2018) y con una portada tan reveladora en ‘in your face’ como podréis observar aquí a la izquierda (o arriba si lo ves en móvil). Back From The Dead (2022) es un disco de redención y reconciliación con uno mismo, de aceptación de debilidades, de lucha y pelea por seguir siendo positivos en un mundo de ‘negativos’ por sistema, de superación de dificultades que te vienen impuestas o trampas impuestas por uno mismo. Como véis, nuestra Lzzy se ha exprimido los sesos para superar sus propios demonios personales, de Ego y de inseguridades en un momento tan dramático como estos últimos dos años. Musicalmente estamos delante del disco más ‘Heavy’ de la banda, si Vicious era potente y empoderado, éste lo es mucho más, esquizoide, ruidoso, extremo, vocalmente super exigente… un aguerrido grito de libertad en todos los sentidos que bien se aprecia en trallazos como el inicial «Back From The Dead», verdadero germen sónico del álbum, el virulento «Wicked Ways» o la contrastada bipolaridad calma/tormenta de «Psycho Crazy». Himnos va a volver a haber en sus descargas en directo, ahí tienes «The Steeple», una canción para ser coreada por las masas ‘creando la Iglesia de la Música del Diablo’, «My Redemption», «Strange Girl» o las powerballads/descansillos entre tanto castigo vocal con «Terrible Things» y el epílogo «Raise Your Horns» con LZZY demostrando en su registro límpio un descomunal poderío vocal melódico…

Y hasta aquí, Halestorm y Criatura Salvaje lo han vuelto a hacer, sin perder un ápice de credibilidad y con el justo jugueteo con la comercialidad sin perder ni un ápice de su desgarradora fuerza. La ‘BOLA EXTRA’ te lo va a seguir demostrando tanto en videoclip como en el ‘Full Live’ que os dejo para que comprobéis la disciplina y la preparación vocal que tiene que tener una CxS como LZZY para dar el callo con el exigente tracklist que defiende cada noche…

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