Ängie

Se acerca el final de este olvidable año 2020 en cuestiones víricas pero absolutamente inolvidable en lanzamientos discográficos criaturiles, no en vano, mi camarada y siempre colega fiel Bernardo de Andrés tenía un AS guardado en la manga que le ha estado rondando desde principios de año y no es otro que el imponente álbum que se han sacado los STARBENDERS de KIMI SHELTNER y EMILY MOON, purito glam rock y AOR pop con cierta actitud punk. Deberíais de haceros un favor al cuerpo y descubrir su Love Potions (2020) porque es un placer sexual/musical absoluto.

Mi Criatura de hoy vuelve a ser un ‘rescate’ relativamente reciente y, siguiendo la estela de mi compañero Mr. B, se podría considerar también otro ‘AS guardado en la manga’ que me reservaba para dinamizar y diversificar propuestas en esta recta final del año. Tenemos este viernes entre manos a una ‘Lolita’ (ahora quizás ya no lo sea tanto con 25 tacos…) que surgió imprevisiblemente hace cinco años para imponer sus normas desde la fría Suecia y que, con su actitud ética y politicamente incorrecta, levantó ampollas desde el minuto uno entre la sociedad europea y yankee bien-pensante. Ha llegado el momento de que la reina de los colores pastel y el olor a ‘maria’ vuelva a sentarse en su trono ‘verde’ y ‘Salvaje’, ha llegado de nuevo el momento de ÄNGIE…¡dispara!…

Nacida en 1995 en Estocolmo y criada en un entorno espiritualmente ‘complicado’ en la ciudad de Nynäshamn, Angelina Dehn fue gestando una personalidad introvertida y acomplejada que se acentuó mucho más cuando empezó a sufrir ‘bullying’ por sus propios amigos al enterarse éstos de que era lesbiana y que su novia era una de las ‘demonizadas’ del instituto por su condición sexual. Angelina no pudo soportar la presión y sus complejos y síndromes empezaron a aflorar de forma brutal con un TDAH (Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad) (casi) extremo que hace que afloren tendencias suicidas que nunca, por suerte, llegaron a materializarse. Los médicos deciden incorporar el Cannabis como tratamiento terapéutico al que se le añade como terapia sus incipientes aptitudes musicales, vocales (y sexuales). Angelina estaba más que salvada…

Enfocada hacia el mundo de la música, abusando más o menos de sustancias pero sin perder el norte y con un sentido de la provocación innato que le sigue permitiendo sacar sus demonios personales, comienza a colaborar con el grupo sueco indie, Death Team, que le reafirma en el concepto y el estilo incitadores que nuestra protagonista empieza a madurar definitivamente. Es en 2016 cuando el nombre artístico ÄNGIE es adoptado por la Dehn siendo los propios Death Team (Maja Edelbring y Johen Rafael Tillin) los productores de su primer pelotazo comercial con el clip que ahora mismo estaréis visionando (mis palabras ahora mismo sobrarían con la riqueza de ‘imágenes’ y ‘palabros’ de todo tipo que estaréis encontrando en él…

De inmediato le sigue otro imprescindible single el mismo año que, sin ser tan provocador sonoramente, se apoya en una melodía más ‘soft’ y unas bases más agradables sin perder la pegada provocadora en letra e imágenes con predominios de verdes en esta ocasión… y con su ‘cigarrito’ de ama de casa’...

Llegados a este punto, la música de la nueva ‘femme fatale’ escandinava no es otra cosa que electro pop de oscuras intenciones y decadente mensaje, pero electro pop de muchos kilates en fluida convivencia con el trap-hop más actual. Nombres y referencias te van a venir a la cabeza rápido caso de Lana del Rey, Velvet Underground, Brooke Candy, Massive Attack, Portishead, Tricky, Morcheeba, Sky Ferreira o los recientemente reseñados Night Club…

Tras otro single incendiario como Spun (2017) (obligatorio su visionado), la diva ya estaba preparada para presentarse en serio con un colección de canciones a la altura de sus singles (y de sus circunstancias emocionales). Ängie debutó a lo grande con un E.P. que sigue provocando más que nunca en imagen…

…pero también en su título con el controvertido y provocador Suicidal Since 1995 (2018) que no es otra cosa que un libro abierto de vivencias y experiencias más o menos turbias y oscuras que la sueca ha sufrido durante todos estos años de traumas pero también de excesos y desequilibrios emocionales. Da en el clavo con dos imponentes singles como “Dope” y “Here For My Habits” incidiendo en esa vida de excesos, de culpa y de exorcismo emocional. Con esa voz lánguida a la par que sexy y esa atmósfera llena de humo y confusión cannábica, su electro dark pop sedado-colocado se dejan sentir con unas bases de fábula y unos loops que arropan perfectamente sus incisivos fraseos. El E.P. acaba con una de las fijaciones de Ängie, la Velvet, pues se marcan un ambiental “Venus In Furs” como si dentro de las entrañas del Mezzanine de los Massive se tratase…

Ängie sube a primera división en tiempo record, se empieza a relacionar con la gente y los artistas adecuados en el negocio y ya es todo un referente en la escena Trap y Electro por lo que no quiere perder la inercia del éxito de su debut y en 2019 se dedica a lanzar unos cuantos singles del que destacaría el más sofisticado y poppie de todos, este “Kiss Me In Slow Motion”, que no está a la altura de sus himnos pero que explora las sonoridades más accesibles y las atmósferas de la L. del Rey…

En el verano de 2019 la carrera de la de Estocolmo va a pegar un viraje importante al cruzársele por el camino el productor, artista y compositor neoyorkino Harrison First. La química es brutal en unas sesiones más productivas de lo esperado y lanzan en tiempo record un EP de tres temas titulado Each Other (2019) que genera muy buenas críticas y mejores expectativas para la posible gestación de un Long Play en toda regla…

Y así ha acabado pasando, los tres cortes del EP, los fantásticos “BAMBAM”, “Dangerously” y “See Trough” forman parte de un tracklist de generosos quince temas en donde First se ha ocupado integramente de las bases, loops y arreglos y nuestra protagonista se ha centrado más que nunca en unas letras algo menos cenizas que el debut y en clavar las fantásticas y melosas melodías vocales que se encuentran en cortes con acústicas como “Two Together” o “Antiparos” en donde se nota lo que confiesan en declaraciones de ambos, es decir, que este disco se ha creado en el inicio de forma orgánica y desnuda con fragmentos de acordes con guitarras para luego ir enriqueciendo con ritmos trap y electrónicos temas tan absorventes y subyugantes como “Evil” o “Pussy That Blows Your Mind” (sí, los ‘coños’ siguen nublando mentes…), el mencionado “BAMBAM”, el ‘a la Morcheeba’ “Eyes Like a Gun” o los más trap-hop y house industrial de “Basic” y “Talk To Me Nice” respectivamente. 

Y no me queda más por decir más allá de que no hay ni un tema de relleno, todos son especiales de una forma u otra, hacedme caso, y es que tenía ganas de desmarcarme por última vez este año con algo fuera del ámbito rockero sin perder el norte ‘CxS’ y con Ängie os puedo asegurar que se consigue de todas todas, tiene ese algo que te atrapa sin remedio, no sabes si es su fragilidad impostada, su provocación de diseño, sus kilos de maquillaje o su capacidad visionaria para fusionar su buen gusto musical, estético y creativo en videoclips. Y hablando de videoclips…

¡¡¡BOLA EXTRA FUMETA!!!…

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