Dejando atrás el acid rock, el desierto y los riffs deudores de la NWOBHM de la semana pasada, esta semana toca proponer cosas ciertamente distintas, de hecho mi colega Bernardo de Andrés se desmarcó con una tal GIN WIGMORE que sorprenderá a más de uno por lo podiédrica de su propuesta y su paleta de sonidos interminable en un discografía que se deja gustar a las primeras de cambio. Por mi parte, como sigo con los calores y los agobios propios de la subida de mercurios, en lugar del desierto me iré a otro sitio donde la temperatura es sobrenatural y extremadamente fétida. Hoy toca dar un paseo por los dominios de Lucifer en donde te encontrarás dominando a una Criatura Salvaje de bandera, la Nicole Kidman del jodido Infierno, hoy es el día y la hora justa en la que JOHANNA SADONIS hará cariñosamente que te sometas a los mandados del Diablo…
Ya se pasó por CxS en 2016 la Sadonis marcando tendencia pues se le hizo un post (hoy en día en paradero desconocido) en el que nos hizo convertirnos a la religión de Lucifer (banda) y seguir a pies juntillas sus preceptos con un single como “Abracadabra” que se convirtió en el tema que abrió nuestro tercer y último recopilatorio dedicado a los sonidos densos e impregnados de fuzz y psicodelia. Aquí le dejo una impresionante defensa en directo…
Formados en 2014 en Berlín como proyecto principal de Johanna tras la disolución de los también aconsejables The Oath, su asociación con Gaz Jennings (Cathedral) genera la química (alquímica) adecuada para en unos cuantos meses, y ya en 2015, subir a la superficie terrenal un debutazo como la copa de un pino. Las referencias de I (2018) no podían ser otras que las esbozadas en sus proyectos anteriores, es decir, Black Sabbath to the max, Pentagram, Blue Öyster Cult, Danzig y, cómo no Cathedral y Paradise Lost presentando un disco de Doom infecto pero atractivo con esa voz limpia y privilegiada de nuestra protagonista y teniendo el ardiente infierno, los aquelarres y el inquietante Egipto como hoja de ruta lírica.
La Sadonis, a pesar de haber generado mucha expectación y seguimiento, necesita nuevas vías de expresión y no encasillarse tan sólo en el Doom por lo que deshace la sociedad ‘luciférica’ de forma amistosa con Gaz encontrando pocos meses después a la ‘gallina de los huevos de oro’, ni más ni menos que Nicke Andersson (Hellacopters, Imperial State Machine, Entombed, etc,…) con el que departe sobre gustos musicales y maneras de componer en común. Al gurú del high energy le tuvo que poner muy mucho aquella conversación pues se implica a tiempo completo en el proyecto intentando adaptarse a la forma de componer democrática de la líder de Lucifer y a su estilo conformando un híbrido de Occult Rock y Heavy Rock’N’Roll. La Bestia se había convertido en otra cosa realmente distintiva en el proceso de composición para II (2018) teniendo a Nicke de nuevo en labores percusivas volviendo a tocar la batería y componiendo todas las líneas de bajo y la mitad de las guitarras pues a las otras ya llegó Robin Tindebrink para echar una mano y quedarse en los estudios Honk Palace de Nicke en donde la oculta magia generan pingües resultados con singles/videoclips tan aplastantes como “California Son”o “Dreamer”…
Ya con el disco compuesto se añaden otros dos guitarras, Martin Nordin y Linus Björklund además del bajista Alexander Mayr que hacen acto de presencia ya en el clip de “Dreamer”…
¿Y qué tenemos en II (2018)?, WOW!!!! un disco que supera con creces a su Opera Prima, un disco aperturista que, sin salir del infierno en ningún momento, vislumbra luminosidad en muchos momentos (“California Sun”, “Reeper On Your Heels” o “Aton”, el Doom casi ha desaparecido, tan sólo predomina en pasajes muy determinados y en el majestuoso y épico “Faux Faraoh” final, siendo el Occult Rock el que campa a sus anchas en temazos tan limpios pero tan subyugantes como el mencionado “Dreamer” o “Pheanix” en donde ese ‘pianito’ y esos punteos se saben perfectamente que vienen del genio de Estocolmo. Sabbath y demas entes oscuros siguen en la fórmula pero se añaden al caldero pócimas tales como Fleetwood Mac, Heart, Deep Purple, etc… además de oscura psicodelia de finales de los 60’s y principios de los 70’s con momentos souleros ‘a la Nicke’ como en la sensual cover de los stones más ácidos, “Dancing With Mr D”, que se ajusta como un guante a la propuesta que quiere la Sadonis para los Lucifer de 2018. Los malignos riffs también se apoderan del versátil y rico en matices “Eyes Of The Sky” con Johanna pugnando con sus cuerdas vocales con las capas de guitarras e infecto fuzz. En definitiva, estoy inmerso en cuerpo y alma en Lucifer estos días, vivo dentro de su maraña de ‘classic riffs’, de sus inquietantes pero magnéticas atmósferas y, cómo no, me encuentro subyugado ante la INMENSA Johanna Sadonis.
QUE LA BOLA EXTRA TE POSEA POR COMPLETO!!!!….
Para empezar con un exclusiva que a más de uno sorprenderá…
Y me despido con un conciertazo de la época de I (2015) que te va a dejar absolutamente boquiabierto y preparado para recibir órdenes de la berlinesa…
Una criatura perfecta, además de salvaje, como para casarse con ella. Y parece que alguien lo hizo.
Hermosa y talentosa, muy creativa, sale muy bien los videos. Que sonido el de ese grupo.