St. Vincent

Un nuevo comienzo y una nueva temporada (la quinta ya) apoyando nuestras CRIATURAS SALVAJES. Debemos dejar ‘el caloret’ y las ganas de no hacer nada para el año que viene para coger rutina y volver a la normalidad en lo que respecta a publicaciones criaturiles. Mi fiel camarada e intratable ‘dealer’, Bernardo de Andrés, estrenó el pasado lunes el Curso CxS recordándoos los dos ‘Merodeos CxS’ interesantísimos de julio, así como la obligada Compilación Salvaje de Clásicos AOR. Yo no me perdería nada de lo apuntado, os lo aseguro!. A parte de recordatorios, sus primeras Criaturas no podían ser más adictivas, las de Minneapolis, REBEL QUEENS, abrieron la Caja de Pandora con su hard rock básico y classic rock sin concesiones muy cercano a los territorios sónicos de las Runaways y Joan Jett.

En mi estreno en la website, tenía un dilema bien gordo, no sabía si comenzar con tralla metalera o si, por el contrario, debía dejarme encantar por terrenos más melodiosos y derivados hacia el glam soul psicodelia. Tras mucho cabilar, le ha ganado la partida la segunda opción (el black metal tendrá que esperar…) así que, con todos ustedes y coronándose por segunda vez en la website, la tremendamente creativa, provocadora y complicada ST. VINCENT aka ANNIE CLARK…

Cuando hablamos por primera vez de nuestra protagonista de hoy en 2018, ya reconocí que era la artista más ‘difícil’ con la que me había atrevido en Criaturas Salvajes, por su prolífica carrera, sus cambios estilísticos entre disco y disco y su inabarcable gama de géneros en caprichosa mixtura desplegados cada trabajo. Hoy en día…¡sigo pensando lo mismo!, je, je, eso sí, el nuevo trabajo de St. Vincent explora sonidos y estilos más clásicos por lo que no exige tanto al oyente y es perfecto para el neófito a la hora de entrarle de lleno a su cancionero más reciente…

Lo que sí tengo bien claro es que Anne Erin ‘Annie’ Clark es una CxS definitiva y de primer nivel desde hace diez años por mucho que ultimamente pertenezca a la ‘beautiful people’ neoyorkina tras sus últimos albums. Nuestra protagonista, como no podía ser de otra manera, comenzó muy precoz a tocar la guitarra dominándola ya a la perfección con 15 años. Sus estudios musicales bien poco le sirvieron, se sentía encorsetada en patrones que no iban con ella y fué en ese momento cuando empezó a demostrar su espíritu rebelde y su amplitud de miras adorando por igual a artistas de distinto pelaje como Bowie, Tori Amos, Depeche Mode, P.J. Harvey, Kate Bush, Talkin’ Heads, Stevie Wonder, Prince o Trent Reznor entre muchos otros.

El nombre artístico de St. Vincent (viene del St. Vincent’s Catholic Medical Center, donde murió el poeta Dylan Thomas) se empezó a imponer sobre su nombre real gracias a su efervescente y prometedora carrera y a sus buenos contactos con la gente adecuada (ya tenía una amistad consolidada con David Byrne de Talking Heads). Segura de sí misma (y de sus inseguridades) y sabiéndose valedora de un estilo y una imagen que con los años iría depurando y perfeccionando con ella misma y su guitarra como imagen principal y las programaciones pertinentes siempre de fondo, lanza su primer disco en 2007, Marry Me, en donde su amor por Bowie, Byrne y Bush queda más que patente. Actor (2009), Strange Mercy (2011) y Love This Giant (2012) acaban de pulir su poliédrico y dramático estilo entre el indie, el pop, electro pop, industrial, soft rock, jazz, dance y el alt blues.

El mencionado Byrne se convierte en su ‘mecenas’ artístico y padrino principal participando hombro con hombro con nuestra Criatura hasta que llega el verdadero salto de gigante, el disco que la puso en boca de todos y que le puso en bandeja a crítica, público y ventas con su disco homónimo, St. Vincent (2014) que consigue el Grammy al ‘Mejor Album Alternativo’. Un discazo de tomo y lomo, con mucha presencia de su rebelde y robótica guitarra, por momentos embarrada de fuzz y en otros sacando su venazo Jack White, además de sonar electro industrial con momentos muy NIN/Depeche Mode. Si “Birh In Reverse”, las atmósferas y explosión de “Huey Newton”, o el híbrido Prince/Talkin’ Heads de “Digital Witness” no te atrapan amiga/o es que algo te debe pasar en tu neurona musical. Aquí te van como adelanto a la ‘BOLA EXTRA’, faltaría más…

Annie, a partir de ahora, pertenecía al mundo y, por mucho que a ella le pudiera pesar, a la ‘beautiful people’ tanto musical como del mundo de la farándula en general comenzando a telonear a artistas de primera fila como The Black Keys, Beck o los mismísimos The Pixies entre otros. Obviamente, el codearse con la creme de la creme de la noche neoyorkina y angelina hace que sus instintos (y sus excesos) afloren tanto en el consumo de sustancias sospechosas como a la hora de tener relaciones ‘fatales’ caso de sus noviazgos con Kristen Steward y Cara Delevingne, siendo esta última y su dolorosa ruptura con ella la que genera una de las inspiraciones principales para su siguiente album, Masseduction (2017)

Quedó confirmado en tiempo record que el sexto disco de la de Dallas, TX, no sólo igualó el homónimo… ¡sino que lo superó con creces!, Masseduction (2017) se jactaba de ser más poliédrico todavía, más complejo en arreglos y giros industriales a la par que más accesible y comercial en melodías, la Clark vierte toda su incomodidad y su sarcasmo satirizando e ironizando el concepto de la fama y todo lo que la rodea y eso se deja notar en muchas de las canciones del disco pero sobre todo en una que me vuelve absolutamente loco y esa no es otra que la incisiva y superseductora “Los Ageless”. En definitiva un discazo, una obra de arte musical creativa como pocas. Un gustazo eterno…

Es evidente que estar en primera línea y ser ya una Diva te codea con otras Divas…

Pero cuatro años después volvemos a tener otro movimiento tectónico en la carrera de St. Vincent, un viraje emotivo y vital inspirado y vinculado a su propio padre, salido de la trena recientemente…

Es muy significativo y explícito que la artista titule su nuevo álbum como Daddy’s Home (2021). Se nota el peso de su padre en ella pues en esta ocasión el viraje estilístico acoge y gira alrededor de las musas de aquella música que su padre ponía una y otra vez en aquella casa en donde se mezclaban nombres tan dispares como Nina Simone, Pink Floyd, Aretha Franklin, Sly & The Family Stone, el Stevie Wonder más lisérgico, Bowie o Prince entre otros.

La actuación en Saturday Night Live antes de la publicación del disco lo dejaba claro musical y estéticamente, las bases electrónico-industriales, los guitarrazos ‘a la Jack White’ y los provocativos colores primarios/secundarios desaparecen dejando paso al glam setentero, la psicodelia más sutil, los coros soul gospel y, esteticamente, la aparición de pelucas y vestuario 70’s y los colores más ‘ensuciados’. El tracklist es de auténtica fábula, el que lo flipó con Masseduction no le va a entrar a la primera Daddy’s Home pues aquí no existen temas rompedores y sexualmente enérgicos y sí medios tiempos con muchísimo groove meloso y sensualidad insinuada. A la segunda ya has caído en sus redes.

No citaré todos y cada uno de los cortes del tracklist pero son esenciales para entender este trabajo el inicial ejercicio Prince/Bowie de “Pay Your Way In Pain” y “Down”, el estado soulero/lisérgico de “Down And Out Downtown”, el ingenuo (pero picarón) “Daddy’s Home” con esos sutiles alaridos al final, “Living In The Dream” ‘a la Pink Floyd’ con increíble ‘solo’ de Annie, el rotundo y reivindicativo medio tiempo de “The Melting Of The Sun”, el acostumbrado guiño Tori Amos en “…At The Holiday Party” o los jazzys “The Lauguing Man” o “Somebody Like Me”. En conclusión, otro paso en firme, decidido e iluminado que confirma una vez más el animal creativo al que nos enfrentamos estando delante de una de las artistas más inspiradas de los últimos tiempos.

Ha llegado el momento de disfrutar, no sólo de la excelsa y exhuberante música de St. Vincent, sino también de su sentido de la estética y de sus cuidados y trabajados videoclips (muchos de ellos auténticas Obras de Arte visuales) y de su brutal puesta en escena en directo en programas de TV. Estoy seguro que la ‘BOLA EXTRA’ bajará el telón de los prejuicios a más de una/o cambiando sus impresiones sobre Annie Clark…

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