Pues ya ha llegado el viernes amigas y amigos. De nuevo con vosotros para ofreceros la segunda ración CxS de la semana con muchísimo gusto. Como bien decía mi partner Mr. Bernardo de Andrés, Criaturas Salvajes puede jactarse de ser la única página musical de todo el globo terraqueo dedicada en exclusiva a las mujeres en una incesante como reveladora labor de reivindicación del sexo femenino en el mundo del Rock’N’Roll y derivados siempre teniendo esa actitud ‘Salvaje’ y ‘Rebelde’ para consigo mismas y el determinante papel que llevan representando en la industria musical y el arte de juntar notas desde hace décadas.

Pasando ya a hablaros de las Criaturas de esta semana, si bien hay semanas que quedamos en plantear un estilo, otras coincidimos por pura ‘chamba’ y otras nos decantamos por nuestros gustos más personales y más interiorizados (garage, glam y powerpop Mr. B, high energy, metal y stoner un servidor), creo que esta semana se da por primera vez el caso de invertir papeles sin haberlo buscado. Bernardo propuso el lunes, sorprendentemente (cuando no sorprende este hombre?…), ‘Chandal Metal’, o lo que es lo mismo, Nu Metal/Rap Metal con los PULVERISE teniendo en sus filas a la Tina Turner del Groove Metal con JOJO y su implacable baterista VICKY. En mi caso personal, necesitaba hacer un ‘Back To The Basics’ en toda regla, mi cuerpo me pedía algo puro y genuino, muy básico, incluso hasta primitivo tras el Heavy Metal técnico ejecutado por las Burning Witches y así me topé, casi sin buscarlo, con la fabulosa guitarrista de blues rock SAMANTHA FISH…
Oriunda de Kansas (Missouri), su infancia y juventud estuvieron muy ligadas a la música, tanto en los colegios en los que estuvo como en los múltiples simulacros de proyectos musicales acometidos a esas edades. Gracias a la determinación de su hermana que anhelaba ser cantante de blues encerrándose en su habitación para practicar, Samantha hizo lo propio primero con la batería para luego pasar definitivamente a la guitarra dominando su intrumento en muy poco tiempo e incorporar su dotadísima voz al mismo.

Actuando ya en Kansas City y alrededores con un baterista y un bajista bajo el nombre de Samantha Fish Blues Band, le llega la oportunidad de su vida con tan sólo 20 años grabando su primer álbum auto-editado, Live Bait (2009) que demuestra de donde viene esta soberana blues woman, y esos ‘lugares comunes’ son Stevie Ray Vaughan, Tom Petty, Son House, los Stones e incluso la Jeff Healey Band. El álbum llega a oidos del prestigioso sello alemán Ruf Récords que se hace de inmediato con el talento emergente en el que empezaba a convertirse nuestra protagonista. Quizás no pensaba que iba a ser lo más adecuado pero el sello teutón lanza un album titulado Girls With Guitars (2011) al que no podía negarse aunque menos mal que el sello confía a ciegas en su potencial lanzando el mismo año su segundo disco en solitario, Runaway (2011) en el que coge la confianza y el carisma escénico necesario para convertirse en la artista que quería ser desde sus inicios ganando incluso el galardón de ‘Mejor Artista Novel de Blues’ en 2012. Un año después llega uno de sus discos cruciales, Black Wind Howling (2013), rebosante de rabioso blues rock, un disco crudo, áspero, apasionado y el más Stevie Ray de toda su discografía… La Fish ya es una jodida estrella del firmamento blues…

Dos años después llega un disco completamente distinto, no es Samantha una mujer que repita disco tras disco la misma fórmula y con Wild Heart (2015) se desenchufa casi por completo, desaparece la rudeza y las ‘costras’ de su anterior disco y se centra más que nunca en el southern & blues con alguna acometida folkie en un disco tranquilito e intimista producido por Luther Dickinson (North Mississipi All Stars).

Dos años de nuevo después, no llega uno… ¡sino dos discos!, con diferente concepto, musicalidad y, por qué no decirlo, un cambio de look mucho más vintage 50’s que le viene que ni pintado a la Fish, el primero, el más energético y chisporroteante Chills & Fever (2017) y el (ahora sí) completamente desenchufado y acústico Belle Of The West (2017) en donde vuelve a rebuscar en el roots rock, el vintage blues más desnudo y primigenio y el southern blues de corte folkie de nuevo con Luther Dickinson tras los controles. “No Angels” es un diamante hecho canción. Luego lo comprobaréis en directo más abajo…

Es mi deseo acabar este post hablando de las mieles del primer disco que sacó en 2017, un auténtico ‘must’ en toda regla, su trabajo más diverso, rico y con registros más poliédricos que ha acometido nunca. Sí, os estoy hablando de Chills & Fever. El rosco es acojonante, superdivertido y energético entrando con rotundidad y por la puerta grande el Vintage Soul con la presencia constante de saxos y trompetas y muy cercano a la Amy Winehouse de Back To Black (“Chills & Fever”, “Either Way I Lose”) e incluso, en algún momento más poppie 60’s, a Duffy (“Never Gonna Cry”, “You’ll Never Change”). Sin embargo, me da en la nariz que a la que más a tenido en cuenta en Chills & Fever es a la mismísima Imelda May porque el Rock & Roll y el blues rock flamígero hacen acto de presencia en temazos como el inicial “He Did It” con buenos coros sesenteros, el blues soul “It’s Your Voodoo Walking” o el blues de cloaca con cojonudos vientos de “Crow Jane”. No me quiero dejar también las divertidas y apasionadas souladas de candencia bluesy más personales como “Somebody’s Always Trying” o la inmensa “You Can’t Go” que hacen del disco un auténtico divertimento sin una jodida fisura, sin un tema de relleno. Incluso tiene hasta su puntito Fun Lovin’ Criminals, te lo aseguro.

Y hasta aquí puedo contaros por el momento, Samantha Fish ha explotado ambos discos de 2017 en infinidad de defensas en directo en multitud de festivas y con gira propia (y con Bonamassa), en programas de radio y televisión, en emisiones en directo en redes sociales, en Youtube, etc,… por lo que no me queda otra que lanzarte la ‘BOLA EXTRA’ para que intentes hacer ‘Pleno’ con una mujer convertida ya en una DIOSA BLUES…

¡¡¡Qué manera de tocar!!!…